Tony Roma’s: “Nuestro plan es duplicar el número de restaurantes en España de aquí a cinco años”
Todo comenzó en 1994 en la madrileña calle Génova: el primer restaurante Tony Roma’s aterrizaba en España y, como recuerda el director general de la compañía en el país, “su éxito fue abrumador”. La cadena de restauración de origen estadounidense, que presume de tener las mejores costillas a la barbacoa del mercado, tiene hoy en España un total de 23 establecimientos, siete de ellos propios y el resto, franquiciados.
Con una facturación de 24 millones de euros en 2016, Tony Roma’s se encuentra inmerso en un cambio de imagen y con la vista puesta en crecer “a un ritmo adecuado y de forma ordenada”, explica Alfredo Heredia, director general de Tony Roma’s España.
¿Cuál es la historia de la empresa en el país?
Hace 23 años un grupo español de restauración trajo el concepto de EEUU a través de la Compañía Dallas Rib’s y abrió el primer restaurante. A partir de ahí, como consecuencia del éxito, se empiezan a abrir locales tanto en Madrid como fuera, en total 23. Es cierto que la crisis ralentizó un poco el crecimiento, pero ahora estamos yendo en una nueva dirección, dándole más vigor al desarrollo, a la oferta, al tipo de público, a los establecimientos…
¿Tienen previstas nuevas aperturas próximamente?
Este año queremos abrir cuatro restaurantes nuevos y estamos ya con ello, gestionando y negociando las ubicaciones. Nuestro objetivo de aquí a cinco años es duplicar el número de establecimientos a un ritmo de cuatro o cinco aperturas por año, de forma que pasemos de los 23 actuales a unos 46 ó 50. Por lo pronto, este año también hemos renovado el contrato con Tony Roma’s Estados Unidos para otros 15 años y hemos incorporado a nuestro contrato Portugal y Francia, que serán dos objetivos que nos iremos planteando en los próximos años.
¿Cómo definiría el sector de la restauración en España?
En España hemos sido bastante inteligentes, porque vimos venir la crisis y todas las cadenas nos reciclamos para mantener vivo al cliente. El ticket medio en los restaurantes de servicio a mesa y de cocina organizada está hoy a la altura de hace seis años. La crisis nos hizo ser más competitivos y bajar los precios, pero a cambio pudimos mantener el número de clientes.
¿En qué puntos innova una empresa de este tipo?
En muchos aspectos. En primer lugar, existe un tema muy importante: venimos de la famosa generación baby boom, pero la actual, la más joven es absolutamente diferente a la de los años sesenta, tanto en lo que respecta a sus comportamientos, forma de ver la vida, influencia de las redes sociales… En este punto, los restaurantes tienen la obligación de innovar para atraer a una generación totalmente distinta a la de hace 20 años, a través de las apps, las páginas webs, las reservas online, el servicio a domicilio… No se trata de un paso voluntario, sino obligatorio, porque si no los clientes de entre 18 y 30 años no se adaptarán al consumo.
¿E incorporando platos adaptados a nuevas tendencias alimentarias?
También, todo influye. Hay una tendencia a la comida sana, lógicamente, y todas las cadenas tendemos a potenciar la línea de ensaladas, con productos más sanos, aunque lo importante es llevar una dieta equilibrada. Nuestro producto estrella son las costillas; no es como la quinoa, pero es un alimento que, con moderación, es estupendo: tiene grasas no saturadas, se hace a la parrilla y al horno… En general, en todos los restaurantes hay una tendencia a cambiar la carta con arreglo a una comida más novedosa. Sin embargo, yo creo que la vida de la restauración basada sólo en productos sanos es muy aburrida. Está bien y efectivamente es lo que se debe hacer, pero todos buscamos el fin de semana algo diferente.